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Ya hace demasiado tiempo que no me doy un paseo en Chiva, una especie de autobus abierto con asientos de madera que recorre la mayoría de pueblos que rodean a Catacocha.
La última vez fue cuando vine de visita, hace unos cinco años, y lo recordaré siempre.
Por todo el Valle de Casanga, con niebla y por unos caminos que quitaban el hipo, de maravillosos por la naturaleza y de miedo por los enormes precipicios por donde estos transportes se atreven a circular.
Todos los domingos llegan a primera hora de la mañana al mercado dominical del pueblo, llenos de gentes de Yamana, Lauro Guerrero, Las Cochas, Zapotepamba, El Naranjal, Cangonamá, San Vicente del Río... dispuestos a cargar provisiones para las pequeñas tiendas de estas barriadas del extenso cantón de Paltas. Verlos cargados de gente y el techo lleno de mercadería es un verdadero espectáculo, comprobar como mantienen la estabilidad en esos caminos sin asfaltar es para darle un premio al conductor.
Por sólo unos 60€ se puede convenir un alquiler con el dueño para pasar un día de excursión y van donde tu les digas, conductor incluido. Si hacéis cuentas entre 25 personas que caben se sale a nada.
Recorrer los parajes de toda esta zona en una chiva es para recordar toda tu vida. La fauna, la flora, los encantadores paisajes y si encima podéis hacerlo al atardecer ya es para desmayaros.
A mi me toca pronto, quiero visitar San Antonio, Cangonamá, Lauro Guerrero y si da tiempo repetir en San Vicente del Río. Ya os contaré...
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