Llegada la Semana
Santa aterriza en nuestras mesas la tan esperada “FANESCA”, un guiso de
múltiples legumbres (de hasta 12 diferentes la he probado), verduras y bacalao
que cualquier ecuatoriano que se precie debería degustar.
Obviamente según el
cocinero o cocinera las variantes pueden ser innumerables pero siempre con el
denominador común de los vegetales, nada de carne, que para eso estamos en
época de pasión y la vigilia por estas tierras es bastante sagrada.
Se
llama fanesca tras una mutación del nombre original que era juanesca, en honor
a una señora quiteña, probablemente indígena, que elaboraba el plato hace
muchos años, pero ésta como otras versiones no dejan de ser leyendas mas o
menos ciertas pues nadie a investigado en el tema en profundidad.