Un problema de eduación




Ya desperté con el “pié torcido” esa mañana y para rematar lo primero que leo en internet nada más a entrar al diario El Universo es “El cóndor Felipe aparece muerto de un balazo”.
El estupor se apodera de mí y cuando logro reaccionar después de la furia inicial empiezo a recapacitar de cómo alguien puede ser tan sumamente imbécil para balear a un ave que todos saben está en peligro de extinción y con programas específicos para su cría y reproducción. Ah, y lo de “fue una confusión” no me vale, la majestuosidad de un cóndor en pleno vuelo es incomparable a ninguna otra ave.

Pero el trasfondo es simple y llegué a no extrañarme de que pasase tan desagradable incidente al repasar el día a día. Todo es un problema educacional.
Muy, pero muy pocos ciudadanos de mi zona (también lo he vivido en ciudades grandes como Guayaquil) he visto cuidar o responsabilizarse de las mascotas domésticas que conviven con ellos preocupándose de su estado, salud, higiene, fecha de vacunas… lo de llevarlas a un veterinario ya suena a cuento chino. Esa es la cruda realidad, no hay otra. La mayoría de mascotas viven en la calle, se juntan en manadas descontroladas que pasean a sus anchas por todo el pueblo y se alimentan de las sobras que sus dueños les dan o lo que van pillando por ahí. Ya sé que estoy generalizando y siempre se cometen injusticias cuando se hace pero las excepciones son realmente pocas.


Pasear por el mercado repleto de carnes, frutas, sitios donde comer y estar acompañado de varios perros callejeros buscando sobras mientras compras o comes es algo totalmente aceptado por la ciudadanía. Tampoco hay un control por parte de las autoridades que ayude a dejar de ver normal esta situación en forma de centros de zoonosis con programas de adopción, por lo que esta tesitura hace que realmente no me extrañe el que algún estupido descerebrado coja una escopeta y se dedique a balear a cualquier animal por simple diversión. Menos mal que esta vez no fue tan tonto de tomarse una foto y subirla a facebook alardeando para que todo el mundo viese su logro, como hace bien poco pasó con otro cóndor.

Los escasos cóndores en Ecuador (se dicen que sólo existen unos 50 viviendo en libertad) viven en la zona andina y su importancia en el país se refleja en que en el mismo escudo del país aparece uno de ellos como parte de identidad nacional.

En los países andinos de Bolivia, Perú y Ecuador, esta ave es la figura principal de varias leyendas. En Cotopaxi, Ecuador, se dice que el cóndor fue enviado por la divinidad a rescatar a una joven que se dedicaba al pastoreo de ovejas y era maltratada por su familia.
Al llevarse el cóndor a la joven, según la leyenda, sobrevolar la laguna de Quilotoa y llegar a lo más alto del páramo, ella se convirtió en la mujer cóndor y dio a luz a los mensajeros del universo.

Mientras en Imbabura, al norte de Ecuador, se dice que esta ave de rapiña, o “señor Apu Kuntor”, fue escogida por el gran dios Inti como su mensajero, que atraviesa el arcoíris y lleva bajo sus alas a quienes la contaminan para purificar a la Pachamama (madre tierra).

Mi Bando de la Huerta




Hoy es uno de los días grandes en mi ciudad y me voy a permitir la licencia de recordarlo en este blog aunque no venga a cuento con lo que normalmente escribo, pero para mi era necesario pues es el único día de las fiestas primaverales de Murcia que vivo con intensidad.

Su origen se remonta a nada menos que 155 años, sin embargo, ha salido a la calle en unas 120 ocasiones, en cinco grandes etapas, con sus correspondientes interludios. En 1851, unos churubitos (señoritos) que se reunían en la botica de Rubio que abría sus puertas en la calle Vidrieros en San Antolín, acordaron darle vida al carnaval organizando unos festejos que serían el Entierro de la Sardina y el Bando de la Huerta.

Por lo que puede apuntarse que, en realidad, El Bando nace como un pretexto para la diversión de gente acomodada, diversión en la que se caricaturizaban expresiones y costumbres de las gentes humildes de la huerta y donde no se regateaba en exageraciones e incluso burlas sobre el modo de hablar de aquellos que acudían a la ciudad a vender sus productos y realizar compras.


Hoy en día se ha convertido en un macrobotellón donde los parques y jardines se llenan de grupos de amigos donde se compite por emborracharse con total displicencia de autoridades, disfrazarse con cualquier trapo intentando representar al huertano con una falta de respeto por sus tradiciones alarmantes, empezando por las mas altos cargos de la organización, pero aún así desde el 2012 se declararon Fiestas de Interés Turístico Internacional y siempre se celebra el martes siguiente de Domingo de Resurrección.


Son muchos los desastres organizativos de esta fiesta, pero es mi fiesta y por ello la echo de menos mas de lo que yo mismo creía.

Salir en la procesión de la Virgen de la Fuensanta por la mañana, una par de cervezas con unos bailes y cantes en la plaza de la Cruz, un arroz y conejo en cualquiera de las decenas de barracas que amenizan el día, y a ver el desfile por televisión descansando y encendiendome la sangre de oír los comentarios de unos redactores totalmente ignorantes en la materia. Mi día en Murcia ya estaría programado como todos los años, pero sigo aquí con todo el gusto del mundo. Pero hoy mi corazón está allá, mi Murcia querida de alma.

La ilusión de un sólo día




Tigridia, de la familia de las iridáceas
- ¡Mira que orquídea ha salido!, yo esto no lo he plantado nunca.

Mi compañero no cabía en su sorpresa parado delante de la jardinera con la cámara de fotos, donde tenemos toda clase de plantas pero todas bastante normales, desde un ficus que ya va creciendo demasiado hasta varios rosales, geranios y flores de la zona de diferentes colores que no paran de florecer con esta primavera eterna de este clima benefactor.

- Eso no parece una orquídea, pues ha nacido en plena tierra y por la forma del tallo, no me sonaba a dicho género pero la flor era realmente parecida. No es que sea un experto en orquídeas pero la primera impresión al no verla crecer entre madera o en un tronco de árbol me levantó sospechas.


Preguntamos durante todo el día a cualquiera que creíamos podía sacarnos de la duda, pero lastimosamente nadie supo decirnos de que clase de flor se trataba. Al día siguiente la flor se presentaba mustia y con la mayoría de hojas caídas lo que me despertó la curiosidad para saber mas de ella, por eso me animé a subir las fotos a facebook y de entre todos los comentarios que también me decían que era una orquídea apareció mi salvador en estos temas al que siempre pregunto mis vacilaciones.
Eusebio, mi biólogo-diseñador-alhameño favorito, nos sacó de la incertidumbre. Es una Tigridia y florece durante sólo un día, hay que tener suerte para verla.

“Las especies de Tigridia flor de tigre presentan grandes y atractivas flores que no duran más que un día, si bien varias flores pueden abrir sucesivamente en el mismo escapo. Las plantas de estas especies vegetan y florecen durante la estación cálida, encontrándose en reposo durante los meses fríos y secos del invierno.
Es una especie exclusivamente americana de plantas bulbosas que pertenecen a la familia de las iridáceas que crecen desde Chile hasta México”. Wikipedia

El viento o alguna de las abundantes aves que llegan al jardín nos hizo el regaló de esa semilla para que disfrutáramos de su belleza durante un día entero. Tiene que ser una señal de buena suerte... ¿será?

El contraste del valle



Amaneció “garubando” (chispeando), con una niebla intensa y una temperatura de 16º que hacían obligatorio una manga larga que te protegiese de la sensación térmica, pero ya estábamos esperando a los compañeros para irnos de paseo hacia la zona del Valle de Casanga, donde en apenas 20 minutos de carretera el desnivel supera los 800 metros y el cambio drástico de clima te hace creer que estas en otro sitio bien lejano a Catacocha.

Vía a Macará, frontera con Perú, transcurren unos pocos kilómetros cuando al llegar a San Antonio ya se nota el cambio del clima y empieza un calor que se torna asfixiante al cruzar el puente de Playas, donde se asoma el desvío hacia Yamana y Lauro Guerrero.
Con la manga corta desde hace unos minutos el bloqueador factor 50 se hace indispensable al bajar de la camioneta e ir a tomar un tentempié en forma de frutas en los puestos de la curva para hidratarse y continuar nuestro paseo.


En Naranjo nos espera nuestra primera parada de asueto, un baño en las piscinas de la Hostería Paraíso de los Paltas con una cervecita bien fría para rebajar el sofoco y dar rienda suelta a nuestra locura acuática apropiándonos de una forma feudal de los dominios de las instalaciones. Los 35º de temperatura pasaban factura y para nada había ganas de salir del agua de no ser por que se acercaba la hora del almuerzo y ya teníamos reservada la mesa en uno de los restaurantes de la zona de Sabanilla, apenas unos kilómetros mas adelante, para degustar sabrosos mariscos traídos desde Machala.
Un excelente ceviche de camarón me sirvió de reconstituyente mientras mis compañeros de paseo probaban toda clase de variedad marisquera en un ejercicio de restauración de fuerzas gastadas en el enloquecimiento general de estar todos juntos en las albercas remojándonos.

Valle de Casanga. Paltas
Ya queríamos llegar a nuestro destino final cuando el cansancio del baño, la comida y el calor nos pasaban factura en forma de un sueño sestero al que dimos rienda suelta nada mas llegar a Zapotebamba, donde se encuentra la zona recreativa habilitada (con mucha falta de mantenimiento y cuidados) al lado de uno de los innumerables riachuelos que gobiernan la zona (Ecuador es proporcionalmente el país que contiene mas ríos en el mundo) y que alimentan una de las mayores atracciones; “los chorros del almendral”Dos fuentes de agua corren ininterrumpidamente durante todo el año en la misma orilla de la carretera donde niños y mayores disfrutan de un manantial abundante que hace las delicias de cualquiera.

Agotados de la actividad de una mañana de descanso al fin, tomamos rumbo de vuelta admirando la vista en el horizonte del risco donde se asienta nuestra ciudad cubierta de nubes y nos preparamos para en sólo 30 minutos volver a los 16º y seguramente la lluvia.





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Chocobananos para todos




Sobre las ocho y media de la mañana con un sol de justicia se presentó como caída del cielo la señora con una cesta repleta de chocobananos hechos la noche anterior, ni uno de nosotros dijo que no. El sol apretaba duro y comer un dulce tan tradicional y rico como ese remedia los males del calor y es un buen complemento energético para comenzar el día.

La receta original viene de Guatemala aunque es algo que se consume masivamente en toda Latinoamérica, es por ello que la mayoría de países se acreditan el invento como suyo, cada uno con sus variantes.

Maduro (plátano) congelado para después añadirle una cobertura de mantequilla y chocolate. Aquí hay para diferentes gustos, unos prefieren la cobertura también helada y otros como yo que preferimos la cobertura caliente en “fondue” alrededor de una mesa con una buena conversación.


Siguen habiendo muchos particulares que hacen el delicioso dulce para salir a vender puerta a puerta, una costumbre encantadora que les hace conseguir una ayuda al sustento familiar. Alguna empresa ha intentado copiar el formato para vender industrializado y como era lógico, no ha tenido apenas éxito. El chocobanano debe ser casero para conservar su esencia tradicional y autentico sabor que te transporta a la niñez.

La facilidad en la preparación hacen de este postre uno de los mas extendidos y queridos sobre todo por los muchachos, y no tan muchachos, pues a mi realmente me encanta y os aseguro que mi edad de infante ya pasó.

Después de las clases o del trabajo que te reciban en casa con un chocobanano de bienvenida es la mejor de las opciones para olvidar las preocupaciones diarias.


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